El aumento de glúteo puede realizarse mediante implantes o lo que es mejor, y nosotros utilizamos más, mediante la grasa propia y, así, evitar los implantes en esa zona.
Esta grasa la sacamos de zonas del cuerpo de la propia paciente donde haya un exceso, quedando un resultado lo más natural posible.
Es una técnica que no es posible realizar en pacientes muy delgadas ya que no podremos obtener grasa suficiente para conseguir un aumento de glúteos.
¿Quiénes serían buenos candidatos?
- Pacientes que consultan por una liposucción y aumento glúteo moderado a la vez.
- Pacientes que sólo consultan por un aumento glúteo pequeño o moderado, pero que presentan un exceso graso ideales para ser usado como zona donante.
La técnica
Antes de la operación de aumento de glúteos, el cirujano plástico, experto en el área, llevará a cabo un historial del paciente con una revisión detallada para poder darle el mejor tratamiento, con los mejores resultados. Para ello será necesario medir el tamaño de los glúteos, revisión de los mismos, y otros parámetros. Así como del estado de salud en general. Del mismo modo que se hará un seguimiento fotográfico para poder ver con mayor exactitud el cambio y mejora.
En base al historial médico de cada uno, el experto podrá tratar al paciente con el mejor aumento de glúteos, así como exponer al paciente los resultados y el tratamiento en general.
Tras este examen médico y como cualquier operación de cirugía, el preoperatorio se centrará en la realización de diversas analíticas, el cuidado específico antes y después de la cirugía, así como la firma de los consentimientos necesarios para realizar la cirugía de aumento de glúteos.
Este procedimiento hay que realizarlo en un quirófano de un hospital autorizado como cualquier otra cirugía, con anestesia general o sedación.
Consiste en hacer una liposucción para obtener la grasa que necesitamos, la procesamos mediante filtración para desechar células muertas, sangre y residuos y, así, conseguir la máxima supervivencia del injerto. Posteriormente, preparamos la grasa extraída para inyectar en la zona del glúteo especificada, con una técnica específica para asegurar el mejor resultado.
De toda la grasa que inyectemos, una parte se reabsorberá pero el resto se quedará en el glúteo para siempre.
El postoperatorio
Colocaremos una faja en la zona donante, inmediatamente después de la cirugía. Deberá evitar sentarse sobre los injertos durante unas semanas.
Habrá una mínima inflamación en los glúteos que irá cediendo con los días, y un poco mayor en la zona donante que tardará unos meses.
Como ya hemos mencionado anteriormente, aproximadamente el 30% de la grasa inyectada será reabsorbida, mientras que el resto se quedará en el glúteo para siempre. Veremos el volumen final a los 3 meses aproximadamente y siempre será un aumento muy moderado. Para un aumento mayor es necesaria realizar varias sesiones, o la utilización de prótesis o implantes.
¿Qué riesgos existen?
Como cualquier intervención quirúrgica, la cirugía de aumento de glúteos es una técnica segura, siempre que sea realizada en el lugar adecuado y con un experto en el área. A pesar de esto puede surgir alguna complicación.
El dolor que puede surgir y se alivia fácilmente con analgésicos. Del mismo modo que podrán aparecer hematomas, inflamación y alteraciones temporales de la sensibilidad.